En primer lugar tenemos que planificar nuestros viajes. Con ello tendremos ya en nuestra cabeza el mapa del trayecto y sabremos las condiciones de este, así también como dónde se encuentran los puntos de curva. Debemos revisar además nuestros autos antes de partir, a fin de contrarrestar cualquier falla técnica que pueda surgir. Por ejemplo, sería devastador perder equilibrio en el sistema de frenos si nos enfrentamos a caminos con curvas.
Además es muy importante que evaluemos las condiciones del clima antes de partir. Ya sea si vamos de vacaciones hacia alguno de los innumerables destinos turísticos del país o simplemente en dirección a nuestras oficinas en la urbe, tenemos que saber a qué nos enfrentamos.
Una curva siempre será advertida con antelación en las autopistas y caminos. Es poco probable que no haya algo que avise sobre la presencia de las curvas, sin embargo puede ocurrir en los caminos más rurales del país. De todos modos es fundamental reducir considerablemente la velocidad antes de trazar una curva.
Al entrar a una curva debes tomar firmemente tu volante y practica un trazo con él como si estuvieses dibujando. Dobla con precaución y ligereza, además de hacerlo con calma. Nada te apresura, menos en esta instancia de la ruta.
Nunca intentes acelerar demasiado en una curva ya que es muy probable que pierdas el control del automóvil. Tampoco hagas movimientos inesperados y bruscos puesto que te pondrás en peligro y también a los demás conductores. En suma, nunca detengas el vehículo en una curva.
Pese a que vayas con premura, no olvides que la seguridad vial depende de todos y todas.