Como en nuestra empresa dedicada al rubro de arriendo de vehículos para personas y empresas, Gama Leasing, hemos visto esta problemática de cerca, a pesar de que los siniestros viales han tendido a bajar durante los últimos dos años en el país, creemos que debemos seguir mejorando y educando a todos y todas quienes conducen un vehículo sobre la importancia que tiene conducir a baja velocidad en las ciudades.
En esa línea, remarcar que uno de los grandes motivos por los que no se puede andar tan rápido en las ciudades tiene que ver con el enorme número de personas que, día a día, caminan por las calles y aceras. Debemos ser responsables al volante y no perder tiempo en cosas banales que nos descuiden. Es fundamental, por ejemplo, a la hora de frenar en un paso peatonal establecer contacto visual con quienes van a cruzarlo. Recordar aumentar la prudencia frente a la presencia de infantes, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad.
Por otro lado, es muy aconsejable conducir de forma liviana, suave y alegre. Si estamos pasando por un mal día o nos encontramos sumamente estresados, podemos perder atención en la pista. Para conducir respetando la velocidad permitida debemos tener una alimentación saludable, hacer ejercicios, dormir bien y por sobre todo, planificar nuestros tiempos. Nada puede estar por sobre nuestra seguridad y la de los demás.
Otro de los factores positivos de conducir a baja velocidad en las ciudades es que, justamente, gastamos menos combustible y salvaguardamos el rendimiento de nuestros autos, cuidando así su vida útil. “Correr” junto a un vehículo está penalizado y sólo te meterá en problemas, por lo que nunca debemos caer en este juego, más común de lo que pensamos. Por último pero no menos importante, conducir a una velocidad alta supone que perdamos de vista las señalizaciones, lo que debe ser evitado a toda costa. Respeta las normas y procura manejar de forma consciente, segura y beneficiosa.