Manejar en la ciudad, zona llena de vehículos de diversos tipos, peatones, ciclistas y motociclistas, es un desafío. Esta actividad sin duda necesita de toda nuestra atención como conductores y conductoras para así evitar los accidentes de tránsito. Una de las mejores opciones que tenemos, para este tipo de escenario, es reducir considerablemente la velocidad con la manejamos.

Puede que vayamos atrasados a nuestra jornada laboral, a dejar a nuestros hijos al colegio o tengamos que hacer un trámite muy urgente que llevamos pospuesto días. Ninguna de estas razones contribuye a la hora de producirse un accidente, por ello lo mejor es la prevención y practicar una conducción responsable.

Según indica la normativa de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito, CONASET, en Chile la velocidad máxima para transitar en zona urbana asciende a los 50 kilómetros por hora, sin embargo muchas personas sobrepasan el límite, lo que se traduce inmediatamente en mayores probabilidades de accidentes.  

Como en nuestra empresa dedicada al rubro de arriendo de vehículos para personas y empresas, Gama Leasing, hemos visto esta problemática de cerca, a pesar de que los siniestros viales han tendido a bajar durante los últimos dos años en el país, creemos que debemos seguir mejorando y educando a todos y todas quienes conducen un vehículo sobre la importancia que tiene conducir a baja velocidad en las ciudades.

En esa línea, remarcar que uno de los grandes motivos por los que no se puede andar tan rápido en las ciudades tiene que ver con el enorme número de personas que, día a día, caminan por las calles y aceras. Debemos ser responsables al volante y no perder tiempo en cosas banales que nos descuiden. Es fundamental, por ejemplo, a la hora de frenar en un paso peatonal establecer contacto visual con quienes van a cruzarlo. Recordar aumentar la prudencia frente a la presencia de infantes, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad.

Por otro lado, es muy aconsejable conducir de forma liviana, suave y alegre. Si estamos pasando por un mal día o nos encontramos sumamente estresados, podemos perder atención en la pista. Para conducir respetando la velocidad permitida debemos tener una alimentación saludable, hacer ejercicios, dormir bien y por sobre todo, planificar nuestros tiempos. Nada puede estar por sobre nuestra seguridad y la de los demás.

Otro de los factores positivos de conducir a baja velocidad en las ciudades es que, justamente, gastamos menos combustible y salvaguardamos el rendimiento de nuestros autos, cuidando así su vida útil. “Correr” junto a un vehículo está penalizado y sólo te meterá en problemas, por lo que nunca debemos caer en este juego, más común de lo que pensamos. Por último pero no menos importante, conducir a una velocidad alta supone que perdamos de vista las señalizaciones, lo que debe ser evitado a toda costa. Respeta las normas y procura manejar de forma consciente, segura y beneficiosa.

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