No hay nada mejor que salir de la ciudad, de nuestras rutinas laborales y dirigirnos a descansar con la familia o los amigos. En Chile existen demasiados destinos turísticos para disfrutar y es justamente hacia ellos donde van quienes conducen su auto propio u optan por el arriendo de uno, disminuyendo el desembolso de dinero y aumentando sus beneficios a lo largo de todo el trayecto que recorrerán.
Para cualquier trayecto que vayamos a realizar y que implica una gran cantidad de horas hacia nuestros destinos finales, es muy importante considerar que debemos planificar nuestro viaje en torno a las recomendaciones de seguridad que, desde el rubro automotriz y como empresa líder en los sistemas de arriendo de vehículos, tripp, entregamos para nuestros clientes y todas las personas en general. Una de estas apunta justamente a saber cuando tenemos que detenernos y descansar para así evitar problemas.
Si nuestros lectores han conducido durante largos períodos de tiempo saben muy bien de lo que estamos hablando. La somnolencia y el cansancio son dos factores demasiado riesgosos a la hora de conducir, por esto y con el fin de evitar siniestros de tránsito que pongan tu vida y la de tus pasajeros en riesgo, es que debes conocer tu cuerpo y saber cuando este necesita descansar. Aunque vayamos sentados cómodamente frente al volante, la fatiga llegará tarde o temprano.
Como equipo profesional que lleva más de 17 años entregando soluciones de movilidad continua y operacional para personas y empresas respectivamente, sabemos bien que el cansancio frente al volante causa pérdida de atención en la ruta y movimientos más forzosos y lentos, lo que dispara la posibilidad de tomar malas decisiones y colisionar. Por estos motivos, recomendamos hacer pausas de descanso cada dos horas de trayecto. En estas paradas debes hidratarte, elongar tu cuerpo, comer alimentos que no sean altos en grasa o pesados de digerir para tu estómago y, por sobre todo, evaluar la posibilidad de relevo.
Puede que la ruta no esté en las mejores condiciones, o que el calor aumente la temperatura y no te deje conducir. Como ya sabemos, todas las personas y en especial los conductores y conductoras realizan esta tarea de forma distinta. Todos y todas tenemos estilos diferentes de conducción y tiempos distintos en los que nos fatigamos, por ello es muy importante que, en caso de no poder seguir conduciendo el vehículo, haya otra persona u acompañante que pueda ayudar para los kilómetros siguientes.
Otro factor a tomar en cuenta es la presencia de niños y niñas en el auto. Puede que las pausas sean mucho más recurrentes ya que es muy importante garantizar que ellos y ellas vayan a gusto. Un viaje largo no sólo cansa a quienes manejan. Asegúrate de llevar todo lo necesario en torno a la hidratación, alimentación y, por supuesto, entretención para hacer tus viajes de vacaciones más cortos y poder llegar a gusto y sin novedad hacia tu destino de descanso. Sigue estos y más consejos, detente siempre que estés cansado/a y sigue tu camino.
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