Especialmente para la temporada invernal que está comenzando, poner atención a una serie de recomendaciones viales para resguardar nuestra seguridad resulta esencial. Saber comportarse como conductores y conductoras ante caminos que se vean afectados por la lluvia, nieve y niebla, puede evitar siniestros fatales. Es justamente sobre este último elemento natural al cual nos referiremos en este artículo, la niebla y la neblina.
La niebla presente en rutas que se encuentran, por ejemplo, en las regiones del sur del país y sus sectores precordilleranos es uno de los principales factores en la pérdida de visibilidad al volante. Se trata de un fenómeno meteorológico que se produce por la suspensión de pequeñas partículas de agua en la atmósfera y que imposibilita visualizar lo que hay después de ella. A diferencia de la neblina que nos permite ver a mayor distancia, la niebla da una visión de, exclusivamente, un kilómetro o menos.
En tripp, nuestra compañía líder en el rubro de arriendo de vehículos para particulares y empresas, ponemos énfasis en la seguridad, intentando que nuestros clientes y toda la población en general, conozcan qué precauciones tomar si hay que manejar en condiciones de niebla o neblina. Sin embargo, antes queremos alertar sobre los riesgos que conlleva este fenómeno.
Manejar a través de la niebla o neblina de partida disminuye nuestra visibilidad. Esto puede causar siniestros de tránsito imposibles de eludir, puesto que no podemos ver nada por delante. Por otro lado, estas partículas de agua hacen que la ruta esté húmeda o mojada, lo que facilita los deslizamientos y también facilita las colisiones, ya que la distancia para frenar no es la misma que en una carretera seca.
Ahora bien, conocidos los riesgos es hora de pasar a las precauciones que tenemos que tomar. Estas no distinguen entre modelo, categoría o marca de automóvil puesto que para todo conductor en cualquier vehículo una calle con niebla resulta compleja por mucha experiencia y años que se lleven conduciendo.
Lo primero que tienes que hacer es planificar tu trayecto y ver en qué puntos es más factible toparse con la niebla o la neblina. Generalmente existen señaléticas en las carreteras nacionales que te alertan sobre esta condición, pero siempre es mejor asegurarse con la opinión de expertos. Enciende tus luces, neblineros y conduce a menos velocidad que como lo harías en una ruta despejada.
Otro consejo que sirve es siempre seguir la huella de los vehículos que ya han pasado por el sitio, en caso de conducir por una ruta de tierra, y procurar no salir de la vía en la que avanzamos. Ten una distancia mayor respecto de los automóviles por detrás y delante del tuyo y trata de no adelantar por ningún motivo. Hazlo cuando puedas observar el estado del camino y, por sobre todo, no te saques el cinturón de seguridad ni te detengas bruscamente en la vía. Si vas a detener tu auto, hazlo en un lugar seguro y dando aviso con tus luces de advertencia. Sigue estos y más consejos y resguarda tu vida y la de los demás.
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